Para asegurarnos de que los edificios disfruten de una limpieza superior, analizamos las tareas a desarrollar. Eso significa analizar los niveles de uso, tráfico y ocupación, además de los horarios de apertura, los periodos de mayor tránsito y los datos de rendimiento históricos. Conseguimos así aumentar la productividad y reducir el gasto en limpieza.
Oficinas privadas y gubernamentales, aeropuertos, estaciones de trenes, colegios, universidades, tiendas, centros comerciales, instalaciones farmacéuticas e industriales, centros de datos, almacenes, hospitales, tribunales, centros de ocio o restaurantes: no importa cuál sea el entorno de nuestros clientes, con nosotros consiguen mucho más que un servicio de limpieza funcional, consiguen un socio estratégico altamente flexible.